LIDERAZGO Y LA GESTIÓN EMPRESARIAL


LIDERAZGO Y LA GESTIÓN EMPRESARIAL
Se sabe  que una empresa no puede ser concebida sin alguien que la lideré, por ello es que debemos tener presente que los  gestores empresariales deben  desarrollar esa capacidad de ser buenos líderes en toda la extensión de la palabra.
Para comenzar se debe conocer lo que es un  líder, según Gary Yukl, el liderazgo es un tema que ha despertado un gran interés desde siempre, el termino sugiere la imagen de individuos poderosos y dinámicos: comandantes de ejércitos victoriosos, directores de imperios empresariales instalados en sus despachos de lujo, y hombres y mujeres que cambian la fortuna de las naciones.

Hoy en día nos cuestionamos acerca de ¿cómo? Gandhi  logro liderar grandes multitudes o ¿Cómo? Alejando magno y julio cesar crearon sus grandes imperios. La respuesta es simple “LIDERAZGO”.
 
Muchas de las ocasiones se llega a confundir liderazgo con poder, pero a veces cuesta determinar el perfil ideal de  buenos líderes dado que a veces se presentan como super hombres que todo lo pueden, indestructibles y sin rasgos negativos. 
Una buena forma de elegir el perfil de un líder es pensando en el líder dinámico. En contraposición con el líder pasivo que le cuesta tomar decisiones o es cerrado, el líder dinámico se conoce a sí mismo, es proactivo, abierto, está ansioso por mejorar, es arriesgado, y aprende de la adversidad. Un emprendedor exitoso, el líder dinámico resume las cualidades de un buen líder.
1. Tiene conocimiento de sí mismo. Saben cuáles son sus talentos y como desplegarlos mejor. Muchos han pasado un período de sus vidas en otro país, experiencia que les ha enriquecido notablemente como personas. Son independientes y cuestionan sus propias suposiciones y creencias. Diversas experiencias de vida les han enseñado a pensar acerca de quiénes y que son.
2. Son abiertos. Esta habilidad la han desarrollado en su matrimonio que respetan y valoran. Tienen una fuente valiosa de reflexión y crítica constructiva en casa que los obliga a cambiar y mejorar. Este mismo beneficio, lo buscan y valoran en los negocios.
3. Ansiedad por aprender y mejorar. Son grandes indagadores e interlocutores. Siempre buscan mejorar. Tienen propensión al cambio, son receptivos a nueva información y no les gusta ser sorprendidos por algo que no vieron venir. Tienen sed de nuevos conocimientos.
4. Son curiosos y arriesgados. Son audaces, arriesgados y curiosos. Le dan importancia no a llegar a destino sino al viaje en sí mismo. Tienen fascinación por nuevos pensamientos e ideas.
5. Concentrados en el trabajo. Tienen una imperiosa tenacidad. Utilizan el ingenio en el trabajo. A veces esta cualidad es difícil descubrirla en una simple charla, pero se confirma conociendo en profundidad a la persona. Puertas afuera en las relaciones interpersonales pueden no ser muy buenos, hasta dejar una mala impresión, pero son extraordinariamente eficaces en su mundo.
6. Aprenden de la diversidad. Han sufrido varios fracasos en sus vidas. Alguno de ellos ha tenido una infancia difícil o han padecido enfermedades crónicas. Los líderes dinámicos estudiados por Bennis enfrentaron la adversidad en una etapa temprana de sus vidas. Ese aprendizaje lo trasladan invariablemente cuando desarrollan a otros, mediante anécdotas y consejos.
7. Equilibran la tradición y el cambio. Distinguen y saben adaptarse tanto a un entorno conservador como a un entorno cambiante.
8. Poseen un estilo abierto. Tienen ideas innovadoras para enseñar a los demás, analizan a la competencia o piden ideas a sus colaboradores. 
9. Trabajan bien con sistemas. Trabaja en equipo y confía en los procesos y la estructura de la organización para resolver sus problemas. No centraliza todo en su persona.
10. Son buenos mentores y ejemplos a seguir. Otros los toman como ejemplos porque son confiables y saben que emulando sus pasos alcanzarán el éxito en lo que hagan. Son respetados.

Un buen líder de excelencia, cree en los demás, cuenta con una gran mente estratega, están sus acciones bien centradas, son sinérgicos, no le temen al cambio, tienen auto renovación y trabajan en pro de la autorrealización muy positivos, inspiran confianza, logran un buen clima organizacional, manejan adecuadamente la influencia del poder; alientan a sus seguidores, es paciente, cumple con las promesa que hace, son responsables, están para servir, escuchar y enfrentar con actividad positiva los cambios.
Un buen líder con rumbo a la excelencia, quiere y trabaja para construir un mundo cuerdo, una empresa ordenada, creativa y equilibrada, en donde se usa eficientemente el potencial humano.








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